"Un historiador es un profeta al revés" José Ortega y Gasset

lunes, 22 de noviembre de 2010

La mezquita de Córdoba

La mezquita de Córdoba es una construcción religiosa que en la época fue la segunda mayor mezquita del mundo después de la mezquita de la Meca. Es posible que en la época en la que sirvió como mezquita hubiera a su alrededor más edificios relacionados con ella pero hoy en día tan solo existe la mezquita como obra simple.
El primer emir rey de Córdoba, Abderramán I comenzó la construcción en el año 786 sobre una antigua basílica visigoda en la ciudad de Córdoba, la que se convertiría en la capital del emirato independiente, el templo es junto con la Alhambra una de las joyas y ejemplos por antonomasia del arte andalusí.
 (vista nocturna del Guadalquivir y la mezquita-catedral de Córdoba)


 (Abderramán I constructor de la mezquita)
El edificio se eleva sobre una planta rectangular, como todas las mezquitas, esta sigue la misma distribución que la mezquita de la Medina. Posee un minarete para llamar a la oración, un patio fortificado con una fuente, la llamada fuente de las abluciones, una sala de oraciones y el muro de la qibla con su mihrab. Esta mezquita en particular tiene una excepción, el muro de la qibla no está orientado a la Meca como el resto de las mezquitas del mundo islámico. La mezquita siguió la planta de la basílica anterior, dedicada al culto del arrianismo. 

 (mihrab de la mezquita)
El edificio utiliza los materiales característicos del arte andalusí, ladrillo, yeso y escayola y también piedra en las columnas que sustentan los arcos.
Centrándonos en la sala de oraciones con sus altos techos provoca una sensación de esbeltez en la que predomina el vano entre las columnas y entre los arcos.
Es un edificio prácticamente cerrado en si mismo centralizado y casi simétrico longitudinalmente.
Antes de entrar en el edificio, la mezquita nos muestra otro caracter típico del arte andalusí y del arte árabe en general, la sobriedad de los muros exteriores, sin decoración, sin ventanas, sin fachadas casi, en los cuales la masa pétrea predomina, confiriéndole a la obra un aspecto robusto y horizontal, ya que el peso de los muros no podría sostenerse a gran altura.
Toda la cubierta esta formada por una serie de tejados a dos aguas que apoyan su peso en las hileras de columnas y descubren la posición de las naves longitudinales.
Los arquitectos cordobeses, posiblemente copiando la idea romana del acueducto de los milagros de Mérida, crean el conjunto de columnas y arcos superponiendo columnas romanas y pilares y arcos de herradura con arcos de medio punto construidos con ladrillo y piedra. Este complejo entramado conocido como bosque de columnas sustenta todo el artesonado adintelado del techo.
La luz que penetra a través de celosías situadas en las cúpulas es tenue e ilumina el templo confiriéndole un aspecto mas solemne.

 (artesonado)
(bosque de columnas)
Las hileras de columnas con arcos sujetan las cúpulas y el artesonado y además transmiten el peso hacia los robustos muros laterales.
Al ser un edificio dedicado al culto a Alá, no tiene ningún tipo de representación artística más allá de las tallas en la escayola de ciertas zonas como ya hablé anteriormente en la decoración de los palacios nazaríes de la Alhambra.

 (muro de la qibla y mihrab)
La gran mezquita cordobesa fue ideada para adorar a Dios en la que era la capital del emirato de Córdoba y que ya por entonces contaba con una población comparable a la de París y otras muchas ciudades europeas.
Una sucesión de modificaciones sufrió la mezquita a lo largo de siglos, la ultima y más importante, la llevada a cabo por Almanzor en 987.

La Alhambra de Granada

La Alhambra de Granada (اَلْحَمْرَاء "al-Qal'a al-hamra" traducido: fortaleza roja).
Se trata del antiguo conjunto palaciego nazarí de Granada, situado en la colina de la Sabika a las afueras de la ciudad. Aunque no se le conoce arquitecto relevante en su construcción si se sabe que el origen podría remontarse a la época romana aunque como conjunto importante podríamos destacar el que existía ya por el s.IX.
 (la Alhambra con Sierra Nevada al fondo)
Tras la guerra civil que sucedió al Califato de Córdoba en 1031, el primer ministro del reino de taifa de Granada, Samuel ibn Nagrella, reconstruye las abandonadas edificaciones construyendo una alcazaba fortificada en la colina que arropa al barrio del Albaicín. Aunque no fue hasta 1238 cuando Al-Ahmar, fundador de la Dinastía nazarí, reconstruye la antigua fortaleza y decide instalar en ella la sede de la corte, comenzando la edificación de la Alhambra que hoy conocemos.
Es el ejemplo más destacado del arte granadino y por extensión, del arte andalusí.
Incluso sobre el plano, al ser un conjunto inmenso formado por decenas de salas, es imposible hablar de una distribución homogénea sino mas bien nombrar brevemente los mas importantes salones, palacios y jardines con los que cuenta que son: el Mexuar, el Palacio de Comares con su Patio de los Arrayanes y el Salón de Embajadores, el Palacio de los Leones con su Sala de los Mocárabes, el famoso Patio de los Leones, la Sala de los Reyes y la sala de Dos Hermanas..
Palacio de Comares: Patio de los Arrayanes, Sala de la Barca, Salón de Embajadores.
Palacio de los Leones: Sala de los Mocárabes, Patio, Sala de los Abencerrajes, Sala de los Reyes, y la Sala de Dos Hermanas.
 (sala de las Dos Hermanas)
 El arte árabe se nutre en cierto modo del arte romano (uso de bóvedas y arcos, la primacía de la apariencia interior a la exterior de los edificios etc...) pero con una excepción en cuanto al uso de los materiales, mientras que las principales civilizaciones precedentes utilizaban materiales imperecederos y resistentes como la roca, los árabes utilizaban principalmente ladrillo superpuesto a soga y tizón, azulejo, escayola y demás ricamente decoradas con motivos vegetales, caligráficos o geométricos (ya que el islam prohíbe representaciones de todo aquello que “produzca sombra”).

(decoración caligráfica y mocárabes)
Los gruesos y robustos muros confieren a la Alhambra un aspecto inexpugnable, hermético, horizontal y mimético en el entorno de la sierra, con total predominio de masa sobre el espacio vacío. El complejo esta rodeado por una muralla de ladrillo rojo, al interior de la medina se accedía por cuatro puertas: de la Justicia, Siete Suelos, de las Almas y del Arrabal todas ellas reforzadas con un revolucionario sistema defensivo: para acceder debían derribar la enorme puerta remachada y sus enormes cerrojos de metal y a continuación aventurarse por un pasillo con curvas en las cuales las tropas quedaban prácticamente indefensas.
Vista desde el cielo la Alhambra continúa siendo de color rojo, la techumbre era principalmente de madera o escayola y el tejado de la mayoría de edificios era un tejado a cuatro o dos aguas construido principalmente con tejas de adobe.
Entrando en los majestuosos salones y patios la sobriedad se pierde por completo, suelos, techos, muros, hasta el último centímetro cuadrado esta ricamente tallado, grabado, pintado o encajado con vistosos colores y distintas formas
Los macizos muros casi sin ventanas, tan solo en algunos pequeñas ventanas con celosías que junto con las linternas de las bóvedas distribuyen la luz confiriéndole a las salas un aspecto más exótico y místico, tienen mas de una función práctica, además de ser algo inherente de cualquier fortaleza que se precie, también sirven para proteger del sol granadino, podríamos considerar el grosor de los muros y la red de fuentes y canales de agua helada de sierra nevada como un arcaico sistema de aire acondicionado perfectamente comprobable en días calurosos, se acude al uso de columnas en ciertas zonas del palacio tales como el Patio de los Leones, el cual posee un magnífico peristilo sostenido por decenas de columnas de piedra. También recurrían a ellas para apoyar parte del peso de las bóvedas y los arcos o simplemente para embellecer los jardines y las salas.


Si el visitante que acude al complejo alza su vista contemplará otra de las maravillas propias de la Alhambra, los arcos de herradura característicos del arte islámico, las bóvedas de mocárabes, propias del arte andalusí que embellecen el conjunto y además distribuyen el peso de la techumbre hacia las columnas o en caso de no haberlas hacia los gruesos muros.

(Cúpula con mocárabes y celosías)
Es ley religiosa el no hacer representaciones humanas ni animales en el mundo árabe. Esta norma moral se siguió en Al-Andalus con mayor o menor rigidez dependiendo de los gobiernos pero en general no se conservan en la Alhambra ni cuadros ni frescos con representaciones ni esculturas tan solo los ya mencionados gravados en las paredes y las estelas de azulejo.
El conjunto arquitectónico de la Alhambra es una muestra fiel y ejemplar del arte islámico en Europa, en un principio concebida para defender, posteriormente para alojar a la corte y al final para ambas cosas, cuando las tropas castellanas al mando de Fernando el católico y el Gran Capitán sitiaban la Medina. Podríamos decir además que el conjunto de la Alhambra es un papel inmenso en el cual, cada gran monarca de las últimas décadas de existencia de Al-Ándalus puso su sello para embellecer los palacios y ensalzar su nombre, miles de artesanos y artistas trabajaron a cargo de numerosos reyes en la construcción de uno de los palacios más bellos del mundo y cada uno aportó algo de si mismo más o menos conocido pero poco a poco fueron construyendo lo más apreciado por los granaínos.

 (Boabdil entrega las llaves de Granada)